Limor Zarfati

לימור צרפתי אמא של רון צרפתי
Madre de Ron Zarfati Z"L
Asesinada a los 22 años 7 de octubre

Momentos de Terror

El 7 de octubre, a las 6:40 de la mañana, Ron conducía el auto de un amigo tratando de escapar del festival debido a los ataques con misiles. Con ella en el coche viajaban su pareja, Idan Harmaty, Evyatar David y Guy Dalal. Otras personas que estaban en el festival y oficiales de policía les gritaron que abandonaran los autos y corrieran a esconderse porque había terroristas. Mientras huían, Ron e Idan quedaron separados de Evyatar y Guy.
A las 8:45, Ron e Idan nos llamaron por teléfono. Ron sonaba aterrada; escuchábamos disparos de fondo. Nos dijo que habían perdido de vista a Evyatar y Guy, que había terroristas, pero también soldados (lo cual resultó ser un error), y que estaban esperando instrucciones para saber cuándo podrían regresar al auto y continuar. Idan trató de calmarnos diciendo: “Saquen los filetes del congelador que hasta la tarde la llevo a Ron de vuelta a y hacemos un asado.” Para ahorrar batería, cortamos la llamada. Desde entonces, no volvieron a contestar el teléfono…
Entre la noche del lunes y el martes, alrededor de la 1:00 a. m., oficiales de las FDI responsables de notificar las bajas llamaron a nuestra puerta. Ron era oficial en servicio activo de las Fuerzas Aéreas.
Sus hermanos comenzaron a gritar y a correr fuera de la casa. Erez se desmoronó, y yo solo pedí: “¡Silencio! Quiero escuchar lo que dicen”. Los oficiales tienden a hablar tan bajo…
En ese momento, comprendimos que nunca volveríamos a ser la familia feliz que éramos. Se abrió un vacío eterno, un dolor insuperable.

La Persona detrás de la Historia

Ron era una niña llena de luz. Sus amigos la llamaban “el sol” y “el hada del desierto”. En los últimos dos años, se conectó profundamente con el desierto, y una vez al mes viajaba a Metsoke Dragot (un mirador en el desierto de Judea) para pasar tiempo con sus amigos de toda la vida y con amigos beduinos.
Ron era excepcionalmente inteligente. Terminó sus estudios con honores académicos, distinciones sociales y logros en deportes. Representó a su escuela en competencias deportivas, bailó desde los dos años y medio todos los estilos de danza, y participó en competencias nacionales e internacionales. Durante la secundaria, fue aceptada en un grupo de hip hop, especializándose en ese estilo de baile.
Ron amaba profundamente a las personas. Tenía amigos de todo tipo y procedencia: drusos, beduinos e incluso una amiga ultraortodoxa de Jerusalén que era bastante mayor que ella. También tenía una gran admiración por los soldados que sirvieron bajo su mando como oficial de seguridad en la Fuerza Aérea: aproximadamente 40 soldados, la mayoría provenientes de familias en situaciones de vulnerabilidad, a quienes ella llamaba “mis hijos”. Muchos de sus padres vinieron a la Shivá (período de luto) y nos contaron sobre toda la ayuda que Ron les brindó y la admiración que sus hijos sentían por ella.
De los soldados de Ron escuchamos que ella fue llevada a juicio y reprendida varias veces por sus superiores por protegerlos.
Ron era una combinación rara de varios aspectos. Lograba metas y objetivos como una persona adulta, era muy reflexiva, manejaba bien su economía y siempre pensaba en el futuro. Por otro lado, también tenía un toque espiritual, amaba la naturaleza, disfrutaba de la vida, los tatuajes y todo lo relacionado con las fiestas al aire libre…
Erez dijo: “Ella era un Ferrari que iba a 200 y le pusieron el freno de mano”.

Mi Mensaje

¡Vivan la vida, amen y experimenten cosas nuevas, porque de verdad solo se vive una vez!
La frase que Ron siempre usaba como lema y que ahora está presente en cada lugar y en cada homenaje es: ” Si alguien viene a amarte, adelántate y ámalo”. Esta expresión simboliza su amor incondicional hacia todas las personas, sin importar religión, raza, género y, en su caso, tampoco edad.
Muchos de sus amigos, junto con toda nuestra familia, se tatuaron esta frase tras su partida como un homenaje eterno a su memoria.

Nuestro Último Abrazo
El jueves antes del “Shabat Negro”, cuando Erez y yo nos fuimos a dormir, Ron nos dio un último abrazo y regresó a estudiar para su examen psicométrico. En la madrugada, ya había salido para encontrarse con Idan, y no volvimos a verla nunca más.

 

El Último Abrazo

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