Orit Baruch

אורית ברוך אמא של עדי ברוך
Madre de Adi Odeya Baruch Z"L
Asesinada a los 23 años 7 de octubre

Momentos de Terror

El 12 de octubre, en el sexto día de los enfrentamientos, Adi se presentó en Sderot para alistarse en el servicio de reservistas, a pesar de no haber sido convocada. Al llegar a Sderot, sonó la alarma de “Color Rojo”. Adi y el oficial que la acompañaba lograron detener el vehículo y tirarse al suelo, pero un misilcayó a un metro y medio de ellos. El oficial resultó herido y Adi falleció por una esquirla que impactó su cabeza. En realidad, me enteré de lo ocurrido a través de Telegram, y después de que Dvir localizara su celular y viera que ella estaba en el hospital Barzilai.
Cuando llegamos al hospital, nos llevaron a una sala, y fue allí donde nos dieron la terrible noticia de su muerte.

La Persona detrás de la Historia

Adi era una niña mágica, llena de alegría de vivir, risas y un corazón puro.
Una niña pequeña, de apenas 1,50 m, pero con un alma enorme, llena de amor y deseo de ayudar a los demás.
Adi tenía un exitoso negocio de fotografía de bodas. Tenía planes de casarse con su pareja, Nevo, quien ya le había comprado un anillo, pero no alcanzó a proponerle matrimonio mientras ella estaba viva. Sobre su tumba, le propuso matrimonio a su amada fallecida.
Adi era la reina de la casa, amaba a su familia y era muy unida a sus dos hermanos.

Proyecto en Homenaje a su Memoria

Existen muchos proyectos en su memoria, uno de ellos es la organización benéfica “Jupot Adi Ad” que simbolizar la presencia de Adi en las bodas de las parejas, permitiendo que su alma y legado continúen viviendo a través de las bodas y la construcción de hogares en Israel.

Mi Mensaje

Decirles siempre a nuestros hijos, mientras vivan, que son valorados y amados.

Es un honor para nosotros que Adi haya muerto defendiendo los valores sobre los que creció, y seguimos adelante con su legado homenajeando su nombre.

Nuestro Último Abrazo

El día en que Adi falleció, su padre la llevó a Modiin, desde donde “hizo dedo” hacia Sderot. En el camino, Adi agradeció a mi esposo por la educación que nosotros, como padres, le dimos, y por permitirle seguir sus aspiraciones.

 

El Último Abrazo

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