Momentos de Terror
A las 6:37 llamamos a Noam inmediatamente después de que las sirenas nos despertaran. Entre las 6:37 y las 7:44 intercambiamos mensajes llenos de miedo y amor: “Mamá, esto es aterrador, los quiero, pase lo que pase.” Así, una y otra vez, hasta que se apagó la voz de Noam.
Durante tres días y medio, Noam fue considerada desaparecida. Recé para que hubiera sido secuestrada, pero en el fondo sabía que no había esperanza y que probablemente había muerto. El momento en que nos informaron de su fallecimiento fue una escena aterradora. Los mensajeros tuvieron que esperar dos o tres horas antes de poder hablar con la familia y explicar los detalles técnicos. Fueron testigos de una escena infernal cuando nos dieron la devastadora noticia, en la que toda la familia gritaba, lloraba y clamaba por el alma de Noam.
La Persona detrás de la Historia
Noam celebraba la vida, la vivía con intensidad y su productividad era excepcional.
Noam tuvo la suerte de amar y ser amada, de contar con una familia que la quería, de ver el mundo, de destacarse en todo lo que hacía, de trabajar, de soñar, de ayudar a otros a luchar por sí mismos, de influir y de tocar a las personas, de ser curiosa y explorar el mundo, de disfrutar de libertad de pensamiento, de ser valiente y expresar sus opiniones, y sobre todo, soñaba con ser primera ministra y cambiar el mundo.
Amaba la política, el gobierno, la sociedad, la economía, el derecho y las cuestiones de género. Investigaba, se interesaba, estudiaba y tenía grandes aspiraciones y sueños. Y al mismo tiempo, amaba profundamente la vida. La celebraba en cada oportunidad y se sentía afortunada.
Mi Mensaje
Noam era abundancia infinita, un manantial que no se agotaba. Una de sus características más destacadas era su agudo sentido de la justicia y su gran valentía para seguir su verdad y su justicia hasta el final. Se atrevió a decir lo que pensaba, a alzar su voz, a liderar el cambio cuando veía injusticias. No tenía miedo, incluso cuando eso le costaba un alto precio personal. Ojalá existiera un poco de esa valentía en todas las personas.
Noam no perdió ni un solo momento de su vida. Estaba en constante movimiento desde el momento en que nació. Vivió la vida al máximo.
Nuestro Último Abrazo
El último abrazo fue el jueves, dos días antes de que fuera asesinada, cuando la dejé en la base.
