Momentos de Terror
El 7 de octubre, nos despertamos con el sonido de las sirenas a las 06:30 y de inmediato llamamos a nuestras hijas, Norelle y Roya, que estaban en el festival Nova. Nos informaron que ellas y sus amigos estaban tratando de salir del área del evento para llegar al auto y escapar.
A las 07:39 perdimos todo contacto con ellas. Estábamos completamente impotentes y comenzamos a buscar señales en todos los hospitales del sur y del centro del país. También nos pusimos en contacto con la prensa internacional y con la embajada de Estados Unidos, y establecimos un centro de operaciones para tratar de encontrar la forma de llegar hasta ellas. Tuvimos que “elegir” entre la esperanza de que las hubieran secuestrado los terroristas de Hamas o la desgarradora posibilidad de que ya no estuvieran vivas.
Nos confirmaron sus muertes con unos pocos días de diferencia. La mañana del miércoles 11 de octubre de 2023, golpearon a nuestra puerta y nos dieron la terrible noticia: el asesinato de Roya. Sentí su corazón quemando mi cuerpo, desde la punta de los dedos hasta la coronilla.
La Persona detrás de la Historia
Roya era una princesa de cuento de hadas, una niña hermosa llena de luz y alegría de vivir. Era graciosa, le encantaba bailar y realizar presentaciones para la familia. Era una amiga verdadera, humilde, con una enorme capacidad de dar y con gran compasión por el mundo.
Era una artista talentosa: pintaba, escribía, fotografiaba, creaba joyas y soñaba con estudiar cine. En el ejército, sirvió como “tazpitanit” (vigilante) en la brigada de Samaria. A pesar de lo desafiante que fue su servicio, lo completó con honores. Cuando terminó el ejército, Roya viajó por Sudamérica y quería seguir viajando por el mundo. Soñaba con ir a Nueva York a estudiar cine y crear un enfoque de tratamiento único que combinara la sanación del alma con el cine.
Era el pilar de todos, irradiando luz en cada lugar al que llegaba. Era querida y admirada, siempre dispuesta a extender su mano, ayudar y estar presente en el momento y en el lugar correcto cuando la necesitaban.
“Yo hago lo mejor que puedo y no necesito un premio por ello”, solía decir.
Su nombre significa “sueño”, y sin duda lo era, pero también le importaba que yo cumpliera mis propios sueños. Y le prometo, incluso hoy, al escribir estas líneas, que los cumpliré.
Mi Mensaje
Solo con amor y aceptación hacia los demás podremos superar esta grieta, la más difícil fractura social y global de nuestros tiempos. Rezo por milagros y por el regreso de los secuestrados a sus hogares. Y sí, las mujeres tenemos el poder de generar un cambio real en el mundo. Denos la oportunidad.
Nuestro Último Abrazo
El viernes, antes de que salieran a la fiesta, cenamos todos juntos. Hablamos y nos reímos, y antes de que se fueran, la abracé y la besé.
 
								 
											 
											


